¿Aplastas sin piedad?
El 18 de mayo de 2019 quedaron firmemente pegadas al asfalto, tras quedar literalmente aplastadas en la final. Cuatro zarpazos certeros del Olympique de Lyon, con precisión de cirujano en solo media hora, acabaron con la ilusión del Barça tras el pitido inicial. De ahí se pasó a 60 minutos negros de penitencia sobre el tapete verde.
Ayer le dieron la vuelta a la moneda y se pusieron en modo cara desde los compases iniciales del partido. No necesitaron llegar a 8 para gritar al cielo el famoso ¡maaaaaambo!; con 4 fue suficiente. A los 30 segundos cayó el primer tanto, en el minuto veinte ya iban 0-3 y en el 35 sellaron el póker y cerraron la final de la Champions League. En dos años, la plantilla del Barcelona femenino ha conseguido darle la vuelta a la tortilla en una situación de máximo nivel; de una inicialmente desastrosa a otra total y absolutamente maravillosa.
Capítulo aparte merece el responsable de diseño del conjunto azulgrana y de la combinación de camiseta, pantalones y medias. Para mí es merecedor, como mínimo, de cadena perpetua. Nadie nunca me podrá acusar de mi gusto por los equipajes austeros y soberbios; tengo en casa, con orgullo inmenso, la camiseta del Athletic de Bilbao del Ketchup de 2004. Bajo mi punto de vista, la combinación de rosa y verde es de estallido de globos oculares. Algo malo tenía que tener el partido…
¿Te sobrepones a lo grande? ¿O vives eternamente traumatizado por lo que pasó?
Imagen de Tracy Lundgren en Pixabay
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