¿Alguna vez has hecho un entrenamiento de 603 kilómetros?
Iba a escribir hoy de lo sumamente increíble que me parece la situación actual en el FC Barcelona. Mientras el personal está pendiente de si el niño renueva o no, algunas de sus secciones se desangran lenta y tontamente, de una manera casi irreal… Tras lograr el equipo femenino un triplete de ensueño, el entrenador se va. Y en el equipo de balonmano el más difícil todavía: se prescinde del entrenador que te gana 61 partidos de 61 en toda una temporada y gana la Champions con una diferencia estratosférica de 13 goles en la final.
Pero siempre hay situaciones que, por surrealistas, lo superan todo. Hoy tenía un entrenamiento de 9 kilómetros, de esos que me prepara mi entrenador Álex y que mi Garmin interpreta a la perfección. Pero un pequeño error a la hora de programarlo, me ha convertido la parte central del ejercicio -de 6 kilómetros- en unos nada despreciables y eternos 600. He visto la magnitud de la tragedia cuando llevaba unos minutos corriendo, las series de 400 metros no aparecían por ningún lado y mi reloj, en cuenta atrás, marcaba 599,3.
Ya que estábamos, me he inventado 4 series de kilómetro corriendo y medio andando para completar esta parte dignamente. No he podido aguantarme y le he mandado una nota de voz a Álex: «Estoy entre matarte y descojonarme de la risa. Cuando me has configurado el entrenamiento, has puesto series de 600 kilómetros. Bueno, haré lo que pueda y ya te contaré». Eran las 20:10 y me ha enviado una foto desde la cama, en su casa en Noruega. Surrealista para mí, acostumbrado a otros ritmos y con un solano que parecía el de las cuatro de la tarde. En fin, prueba superada y otra anécdota para la saca.
¿Cómo enfocas las situaciones surrealistas? ¿Te hundes o te lo tomas con humor?
Imagen de Mystic Art Design en Pixabay
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