• ivanferrer
• A 29/07/2024

Otra de las grandezas vitales que me ha inculcado el deporte es el hecho de disfrutar de hasta la última gota de jugo de la naranja que estoy exprimiendo en ese preciso instante. Es mi «aquí y ahora» particular; sin importar lo que ha sucedido con la fruta anterior ni lo que va a venir después con la siguiente.

Una carrera es una suma de entrenamientos de gusano (acompañado de sus respectivos aprendizajes) que acaban cristalizando en una mariposa el día de la prueba. Sin ese peaje previo de sesiones, ritmos, límites y búsqueda de la fatiga, no existe la eclosión final. Entré en el instituto para una sustitución de tres semanas, aunque en la asignación una nota me indicaba que era posible que la baja que cubría fuera de larga duración. Así que me dispuse a dar lo mejor de mí mismo hasta que volviera la profesora titular. Cuando pasaron esas tres semanas no pasó nada y seguí allí dando clases. A veces me asaltaba la idea, yendo en moto al trabajo, de si ese sería mi última día, pero por suerte esa situación nunca llegó a darse a lo largo del curso…

Y exprimí cada clase: reí, sufrí, disfruté y maldecí con ellos hasta el 21 de junio. Le di tanto a la naranja que hasta me llevé la cáscara. Aparte del día a día fui de excursión al teatro a Barcelona con mis alumnos de 2º de la ESO, a la piscina con los de 1º y de esquiada de un día al Pirineo con los chavales del primer ciclo de secundaria. Y también me embarqué en el viaje de fin de curso con los 4º de la ESO al País Vasco 5 días y de colonias con los de 2º tres más. Todo fue altamente intenso, para acabar con la traca final, muy emocionante, en forma de la fiesta de graduación de 4º de la ESO, en la que me dieron el diploma al profesor que viste con más estilo (aunque realmente quisieron decir «al que usa todo el Pantone para ir a dar clases». En varias ocasiones me dijeron que parecía más el profesor de Educación Física que el de Castellano).

Ha sido, sin lugar a dudas, el curso más intenso, emocionante, enriquecedor y extraño de mi vida…

¿Exprimes las actividades sin importarte cuando acabarán?

Imagen de Steve Buissinne en Pixabay