¿Resuelves las disputas a mordiscos?
- ivanferrer
- A 25/06/2014
Mi hijo Oriol ya está en plena exploración del mundo. Con 15 meses corre como un gamo, siempre buscando la salida, como Michael Scofield en Prison Break. Y cuando las cosas se ponen feas con otros niños, como aún no sabe hablar, a veces usa los dientes como primera y rápida acción de ataque. Así aprende, impulsivamente, a marcar territorio. La cuestión es corregir ese comportamiento en casa para que cuando ya aprenda a articular sus primeras palabras apueste por el diálogo más que por la fuerza.
Pero hay críos que ni con 27 años lo consiguen. No atinan a hablar con los demás cuando hay disputas. No intentan convencer, sino que arreglan los asuntos a dentelladas… Luis Suárez ya va camino de ser leyenda de la mordedura, compitiendo directamente con el célebre Conde Drácula. Y no se esconde, porqué la practica en grandes partidos. Jugando con el Ajax, en Holanda, mordió a un contrincante del PSV. En Inglaterra, con la elástica del Liverpool, marcó a un jugador del Chelsea. Y ahora, el más difícil, mediático y bochornoso todavía. En un partido decisivo de la primera fase del mundial, contra Italia. Ante millones de telespectadores de todo el planeta. Con su mujer y sus hijos en la grada. Tres mordidas en 4 años, currículum insólito en el fútbol profesional.
Sin dudar de su calidad futbolística, ¿sería un buen fichaje para el FC Barcelona? El equipo azulgrana se ha erigido como estandarte de las buenas prácticas y del fair play. Valores como la educación y el apoyo a Unicef le han diferenciado de otros equipos. Y actitudes reiterativas violentas como la del uruguayo parecen no encajar en este modelo de club ¿Así pues qué va a pesar más; su gran calidad técnica o su pobre nivel humano?
¿Es crucial que los empleados de una empresa estén en línea con los valores de la corporación? ¿Es más importante la calidad de los fichajes o su educación?
photo credit: Janrito Karamazov via photopin cc
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