¿Futbolistas con o sin valores?
El caso Zozulya amenaza con eclipsar totalmente el recientemente cerrado mercado de invierno en la liga española. Es una situación comprometida que abre varios melones, algunos de ellos de extrema indigestión
¿Son los clubes de fútbol empresas y marcas como Danone, Roche, Microsoft, Apple o Port Aventura? Definitiva y rotundamente no. Tienen seguidores, fans a ultranza capaces de hacer cosas impensables en otros campos. Aún recuerdo el puteo de mi padre en 2001, que se quería dar de baja del Plus cuando se presentó a Zidane en un acto patrocinado por ese canal de TV. Él no quería financiar con su cuota ni un duro de ese fichaje merengue… Les mueve una pasión que debería hacer a los clubes tener en cuenta la dimensión privada de sus jugadores expuesta en los medios de comunicación y las redes sociales.
Ahí el Rayo la cagó hasta el fondo aceptando la cesión del jugador bético. No tener en cuenta este elemento hoy día es toda una temeridad. Zozulya puede contar el cuento de pulgarcito, milongas en 3D, pero en sus publicaciones se ve lo que es, ni más ni menos… Ya no se trata de que «juego muy bien al fútbol y que con mi faceta personal hago lo que quiero porque no tiene trascendencia»… Esa dimensión más allá de lo deportivo, si la haces pública, te abrirá o cerrará puertas… y si como deportista no lo tienes en cuenta es que eres un zoquete y un iluso…
Debes ser consecuente con lo que haces y saber que pueden haber problemas en un futuro. Recuerdo a Oleguer Presas, zaguero titular del Barça en la temporada 2005/06, que mostraba un gran compromiso político y unas ideas independentistas que no escondía. ¿Os lo imagináis, haciendo un ejercicio de ciencia ficción, cedido al Málaga, al Atlético de Madrid o al Valencia? ¿Qué recibimiento hubiera tenido de su nueva afición una persona que renuncia a jugar con la selección española? Por ello no es de extrañar que tras dejar el Barcelona lo hiciera rumbo al extranjero. Tus acciones, para bien o para mal, forjan tu futuro…
La verdad que hoy día hay que ser muy torpe para no hacer un rápido barrido por la red para ver qué te cuenta un futuro empleado, sin trampa ni cartón… y a partir de ahí no encontrarte con desagradables sorpresas. Fichar futbolistas sin tener en cuenta sus valores es una práctica en vías de extinción… Si no al tiempo…
¿Miras la personalidad de tus futuros fichajes? ¿O lo que hagan en su tiempo libre es solo su problema?
photo credit: Jordi Gomara (itaca2000) Màquina de fitxar, marcar, per a entrar a l’empresa via photopin (license)
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