¿Odias algún triángulo?
El triángulo de las Bermudas es un polo enigmático existente en la Tierra. De allí han surgido leyendas de desapariciones y hechos inexplicables. Te pasas meses sin saber de él pero, cíclicamente, vuelve para recordarnos que está ahí. Para los amantes de los fenómenos paranormales en España, los atrapados por los enigmas como las caras de Bélmez o Belchite, este triángulo y sus historias se antojan como algo ajeno y muy, muy lejano. También podría entrar en este saco las historias del Área 51.
Pero para triángulo paranormal y recurrente lo que nos pasa anualmente, con la visita de la Super Bowl. No tenemos ni la más pajolera idea de cómo llega la competición a este punto culminante en EEUU. Aún menos conocimientos tenemos del juego. Solo sabemos que unos tipos, con cascos y armaduras acolchadas, corren detrás de un balón ovalado que circula de mano en mano, con secuencias de juego habitualmente muy cortas y pausas que aburren infinitamente (al menos, en mi caso). Al vértice deportivo siempre va pegado el del artista que canta en la media parte del partido y la millonada que cuesta poner un anuncio de unos pocos segundos… Puro espectáculo made in USA. Para ellos es la leche, pero para mí, ni frío ni calor, la verdad.
Es una semana de subidón, sobredosis, y silencio hasta el año que viene. La verdad que no acabo de entender qué interés tiene más allá que otra infinidad de deportes desconocidos de otros países, que aquí tienen muy poco impacto y arraigo. Puedo llegar a entender que en medios deportivos especializados se trate este megaevento. Pero no demasiado en los medios generales: se convierte en una anécdota que nos visita cada mes de febrero a base de cascos, canciones y publicidad. Así es el triángulo de la Super Bowl…
¿Entiendes tanta atención mediática para algo tan ajeno a ti? ¿O el espectáculo siempre tiene que prevalecer?
photo credit: swanksalot Born Already Ruined via photopin (license)
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