Un torneo de tres vértices (2 de 3)
El torneo de Reus se convirtió en una intensa experiencia de dos días y medio en el que se condensaron infinidad de vivencias y emociones. El primer torneo fuera de casa en el que convivieron las niñas con sus entrenadoras en un entorno diferente de la competición doméstica. Cada individuo vive la realidad de una manera única e irrepetible y, unida a las sensaciones de otras personas, puede llegar a crearse un ambiente mágico y especial. Y la magia no se olvida. Ya se lo decía Blanca a Anna, en el coche, camino de Reus: “Nunca olvidaré cuando me subí encima tuyo al final del partido cuando ganamos al Prat (vencieron en un partido de liga muy bonito y ajustadísimo por 34-37)”.
Las vivencias quedan marcadas por instantes precisos, emociones que con el paso del tiempo se van difuminando, tornándose borrosas, pero que nos acaban teletransportando al pasado como el DeLorean DMC-12 de la mítica trilogía de Regreso al Futuro.
Los aplausos atronadores y los vítores cada vez que Beth -la benjamina del grupo- hacía una buena jugada o metía dos puntos, el espíritu tribal de concentración que se respiraba mientras Aurora (rodilla en tierra) reunía a sus compañeras en corro, para animarlas y dar instrucciones en medio del partido (me hubiera encantado tener una de esas cámaras ambiente que se usan en los tiempos muertos de la ACB), la cara de felicidad de las niñas y Carlota (que pudimos ver en el vídeo que nos mandó Thais desde el karaoke del hotel), el estallido de alegría de los padres cuando Blanca metió la última canasta del partido -un triple en carrera- en las semifinales (y eso que perdimos 84-43) o el abrazo infinito del equipo entero a Thais, mientras lloraba de rabia e impotencia tras el último partido…
Aunque los resultados quedan registrados, estoy seguro que todas estas vivencias no impresas les asaltarán, en el momento más insospechado, como el Delorean buscando el último fin de semana de abril del 2017…
¿Te quedas con detalles concretos cuando vives experiencias? ¿O solo recuerdas lo que queda registrado?
photo credit: Vitor Pina A face doesn´t need words via photopin (license)
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