¿Entiendes el por qué?
El coronavirus se extiende como una inmensa mancha de aceite, pringando el deporte a nivel planetario. Uno de los últimos grandes damnificados ha sido la maratón de Barcelona (pospuesta para el 25 de octubre).
A la par que la pandemia sigue complicando infinidad de competiciones nacionales e internacionales, las teorías domésticas desarrolladas son de lo más variadas y entretenidas. Ayer, viajando en el metro, según una niña de unos 7 años ataviada con una preciosa y mágica diadema de unicornio, el coronovarius lo habían extendido “dos policías que lo habían metido en una lata”. Mi madre, de la que he heredado la pasión, tal vez se ha venido muy arriba sosteniendo que es un arma bacteriológica diseñada por Trump para controlar el mundo. Incluso mi suegro, que es muy prudente y nunca se mete en berenjenales de tal calibre, está convencido que el COVID-19 es un elemento de control de la población; que en un primer estadio se ha empezado por los chinos pero que el resto del planeta vamos detrás…
Entre versiones oficiales y de índole extraoficial, la Premier League ha prohibido el pasamanos inicial. Pero yo sigo sin entender nada, ya que esos jugadores que no se tocan, en un lance del juego se pueden llegar a encarar para decirse de todo (con el consiguiente intercambio salival). Y mientras tanto la mancha de aceite va a más; a ver cuánto dura indemne el Barça-Nápoles…
¿Necesitas saber el por qué de las cosas? ¿O si las autoridades lo deciden será por algo?
photo credit: micmol involuntary painting via photopin (license)
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