¿Solo te fijas en los pros?
Desde playas a acantilados, pasando por volcanes y recorriendo bosques. Una combinación de llanuras desérticas, trayectos sinuosos repletos de curvas dirigidas aparentemente hacia ninguna parte, rectas infinitas, paisajes lunares, puertos de montaña… así es la Gran Guanche, carrera ciclista de ultradistancia por etapas, que se practica en modo solo y autosuficiencia.
Alex Ramon (mi amigo/entrenador) participaba en la modalidad de carretera, enfrentándose a unos increíbles 612 kilómetros de recorrido y 14.000 metros de desnivel positivo. A todo ello se le suma la tensión para poder coger a tiempo, según las previsiones y estrategia de cada participante, los 4 ferries que enlazan las 5 islas del archipiélago canario establecida dentro del itinerario de la prueba. Con el número 119 incrustado en su bicicleta, el pasado domingo a las 8 de la mañana, mi amigo se situó en la línea de salida para empezar una gran aventura.
El día antes me pidió si tenía alguna lista de spotify. Yo le compartí una de las dos que tengo, puro eclecticismo y disparidad (hay desde Air o Conchita hasta Slayer y The Prodigy; la otra, para vuestra información es de villancicos).
El martes, a las 10 de la mañana le mandé una canción que creí le podría ayudar (la escuché viendo la segunda temporada de Vikingos Valhalla). Me devolvió una nota de voz, en pleno ascenso al Pico de la las Nieves, a unos 1.600 metros de altura. Entre resoplidos, me explicaba que lo estaba dando todo para seguir la aventura. Tanta alegría, emoción y esfuerzo acabó con un llanto contenido al final del mensaje. Acabo diciendo que se acordaba mucho de mí (hecho que hizo que se me saltaran las lágrimas a más de 2.000 kilómetros de distancia).
El jueves por la tarde acabó, tras 81 horas. Mis reverencias para Álex. Pocos saben lo que ha sufrido con los dolores de estómago que le llevan martilleando desde hace meses y que en Navidades acabaron con sus huesos en urgencias. Viendo desde la barrera pruebas de este calibre, ¿a quién le interesa ver a 22 niñatos malcriados dándole a un balón?
¿Solo te importa el deporte de élite?
Imagen de Marcello Rabozzi en Pixabay
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