En el Numancia no veían Perry Mason
El espíritu del indomable letrado Perry Mason parece que pasó de largo de Soria. Debían de estar ocupados de otros menesteres más importantes que el deporte y olvidaron el daño que puede hacer la letra pequeña. Una letra pequeña que comunicaba que el jugador congoleño Cedrick, si era pretendido por un club de primera antes del 15 de junio, tenía una cláusula de 1,21 euros (sí, un 50% más de lo que vale un café en el Congreso y más o menos lo que vale en la calle).
Y siempre que se genera una oportunidad, aparece un listo de la clase dispuesto a aprovecharla. El Betis, sometido a un estricto control financiero tras pasar por la ley concursal, le echó sus redes e hizo efectivo el fichaje. Eso sí, tras pasar el delantero africano por la Liga de Futbol Profesional y abonar tan curiosa cláusula.
Dentro del club numantimo, deben de estar echando humo los servicios jurídicos del club, tras dejar escapar a un jugador de una forma tan «peculiar».
¿Es mejor establecer contratos plagados de infinidad de cláusulas y «por si acasos» o es preferible hacerlos más simples, sin preveer posibilidades muy remotas y extremadamente improbables?
photo credit: Sleep and His Brother via photopin
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