¿El dinero tapa los sentimientos?
Pregunta difícil y espinosa en un mundo tan competitivo y despiadado como el fútbol. Desde que jeques árabes y magnates de lo más variopinto echaron las redes al balón -a base de petrodólares y carretadas de millones de Euros- parece que todo es posible. Maletín al canto para refundar equipos, levantar proyectos faraónicos casi desde la nada, conseguir mundiales, fichar por cantidades imposibles…
Pero en una semana han aparecido, como gotas de lluvia en el inmenso océano, dos historias de futbolistas de primer nivel que van a contracorriente… La primera se ha escrito en Dormund. Marco Reus, delantero alemán codiciado por media Europa, ha renovado hasta 2019 por el club de su ciudad natal. Lo curioso de su decisión es que lo hace en un momento de grave crisis deportiva. Tras llegar hace dos años a la final de la Champions y disputarle en los últimos años la supremacía alemana al Bayern Munich, ahora lucha por evitar el descenso a la segunda división.
La segunda se da cita en Cornellá. El flamante capitán y buque insignia del Espanyol, Sergio García, acaba de rechazar una oferta de 20 millones de Euros por dos temporadas en China. Y lo hace porque sus planes pasan por alcanzar la final de Copa del Rey y volver a la selección.
Estas dos pequeñas setas aparecidas en un bosque inmenso contradicen que el dinero lo puede todo. Todo parece indicar que hay sueños, sentimientos y compromisos que lo vencen.
¿Con un buen maletín por delante te irías hasta el final del planeta? ¿O hay sentimientos que pesan más que todo el oro del mundo?
photo credit: Montre moi comment tu te sens à l’intérieur de toi via photopin (license)
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