¿Estudias antes de ir a jugar?

De pequeños, miles de niños que practican deporte de base sueñan con ser de mayores estrellas del deporte. Emular sus hazañas en torneos internacionales, mundiales, JJOO… Ser la reina de la gimnasia artística como Simon Biles, surcar las piscinas como un tiburón a lo Michael Phelps, codearse con todos los gigantes de la NBA como lo hace Pau Gasol, tener el balón pegado al pie mientras te regateas infinidad de contrarios al estilo Leo Messi o golpear pelotas con alta precisión y velocidad de vértigo como la gran Serena Williams. Los niños se divierten, se esfuerzan y juegan pensando que sería fantástico dedicarse de adultos a lo que más les gusta en esta vida: practicar deporte.
Una de las mecas, subrayada en rojo para cualquier joven futbolista, es la Champions League. Kai Havertz, la última joya del Bayer, debutó en la máxima competición europea en la ida de octavos de final contra el Atlético. Pero su club ha decidido que no va a jugar la vuelta porque lo primero son los estudios y se está preparando para la selectividad.
El objetivo del club alemán es que primero acabe la escuela. Para conseguirlo, los responsables de comunicación del Bayer han decidido minimizar su exposición pública y no concederá entrevistas hasta que haya acabado sus estudios. Y es que Havertz no deja de ser un chaval de 17 años que, entre libros, sueña con darle a un balón ante la admiración y el aplauso de miles de personas. El Bayer Leverkusen se preocupa de él para que mientras se divierte jugando no pierda los libros por el camino…
¿Se puede compaginar los libros con jugar al máximo nivel? ¿O cuando estás tan cerca de la élite debes sacrificar algo?
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