¿Está la experiencia sobrevalorada?

Desde que somos bebés, nos atraen las emociones fuertes… Nos llevamos todo lo humanamente posible -incluso lo imposible- a la boca. Podemos llegar a tragar infinidad de sustancias incomestibles como tierra, plásticos, piedras o monedas. Nuestros dedos son atraídos inexorablemente hacia dos agujeritos que están en paralelo y que a veces nos sacuden. La distancia más corta entre dos puntos es siempre una linea recta, sin importar qué obstáculos haya que sortear. Desde el minuto cero de nuestra existencia nos aproximamos al mundo experimentando…
Con los años, dejamos de comer tierra -aunque algunos adultos no han superado aún este estadio. Esa experiencia nos sirve de baremo para saber qué cosas son beneficiosas y cuáles perjudiciales para nosotros y nos ayuda a enfrentarnos al día a día con garantías.
La juventud es partidaria de la experimentación como laboratorio de vértigo y de pruebas de cosas nuevas, volviendo a sus más tiernos años de infancia. Y rechaza esa experiencia adulta, como cojín de seguridad para enfrentarnos al futuro. Y afirma que esa visión adulta está sobrevalorada. Así lo cree también el actual campeón del mundo de ajedrez, Magnus Carlsen. que con solo 22 años se ha proclamado campeón del mundo de ajedrez, emulando al mítico Kasparov.
La batalla entre experiencia y juventud no tuvo color. Tras un decepcionante inicio, rematado con 4 tablas, la apisonadora del noruego se puso en marcha sin que su contrincante indio pudiera hacer nada. El debutante en un enfrentamiento de este calibre ganó sin perder una partida. Las hordas experimentadas y curtidas en mil batallas de Anand (43 años) tuvieron que rendirse ante el empuje, la maestría y la juventud de Carlsen (22 primaveras). El joven escandinavo demostró que la experiencia a veces no es un grado.
Experiencia y seguridad Vs Experimentación e ímpetu. ¿Ganan blancas o negras?
photo credit: Edwin Torres Photography via photopin cc
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